10 mejores películas mexicanas. Parte III

Largometraje de terror mexicano que muestra la historia de Catalina y Ágata Hameran, hermanas gemelas que desde pequeñas han mantenido una conexión telepática.

Una noche, Ágata se encuentra con un extraño niño en plena carretera, precisamente en el kilómetro 31, lo que la lleva a sufrir un terrible accidente que la deja en estado de coma.

Aunque el término médico no describe perfectamente su situación, ya que queda atrapada entre el mundo de los vivos y los muertos. Una especie de purgatorio que transporta mentalmente a su hermana Catalina.

Después de una serie de aterrorizantes apariciones, sueños y alucinaciones, Catalina se percata del lazo tan fuerte que existe entre ellas y de la petición de ayuda de su hermana, buscando apoyo en Nuño, su novio; y Omar, su cuñado.

Juntos, vuelven a la altura del km. 31 y se enteran de que el lugar se encuentra rodeado por los accidentes causados sobrenaturalmente por el fantasma de una madre que perdió a sus hijos hace muchos años, y los lleva a internarse en un funesto y aterrador universo de emociones y rencores alimentados por el tiempo, y que no los dejará ir tan fácilmente.

8. La Misma Luna

A causa de la mala economía del país y con el objetivo de ofrecerle a su hijo Carlitos una mejor calidad de vida, Rosario emigra ilegalmente a los Estados Unidos en busca de trabajo. Allá la contratan como empleada doméstica y constantemente se ve enfrentada a la arrogancia de sus jefes.

Carlitos, por su parte, vive en un pequeño pueblo mexicano con su abuela enferma y sus tíos opresivos, que lo mantienen con el fin de obtener el dinero que envía Rosario desde Los Ángeles.

Todos los domingos, él y su madre hablan por teléfono y ella le retrata a través de palabras el lugar desde donde se comunica.

Pero una mañana, la abuela de Carlitos fallece y éste busca a dos transportadores de inmigrantes y de niños pequeños, que había conocido con anterioridad, todo con la esperanza de encontrarse con su madre en el extranjero.

A pesar de que con éxito cruza la frontera sin haber sido descubierto, el coche en el que se esconde es confiscado por la grúa, separando a Carlitos de los dos coyotes.

Posteriormente, Carlitos sale del automóvil, siguiendo con el viaje hacia el teléfono público desde donde su madre le habla semana tras semana, no sin antes tropezar con todo tipo de obstáculos como la policía americana y personas con no muy buenas intenciones.